El futuro es incierto, realmente incierto. Pero no hay un futuro sin un presente, y el presente es lo único que poseemos, y somos nosotros los responsables de el hoy día y del camino al mañana. Si el futuro es realmente incierto tenemos la certeza de que igual transciende por nosotros la opción de que un mañana quizás llegue a ser mejor que el hoy, mejor que el ayer.
No podemos controlar el tiempo, ni decir que tenemos la vida asegurada, pero aun que al día siguiente de hoy, se le puede dirigir el camino, como a un volantín. Solo sostenemos el hilo, pero es el viento y que tan resistente sea nuestro volantín de que aun podamos controlarlo o que se nos valla cortado, y muchos niños corran tras de él.
Tenemos el presente que encamina al futuro.
Es realmente incierto pero no podemos vivir pensando que no tenemos nada que hacer más que dejarnos llevar hacia donde sea.
Tampoco es bueno que se nos imponga hacia donde encaminar nuestro presente, cada quien es libre... al menos para saber que hacer, hoy, con su vida.
No hay nada en especial que pensar de esto
No podemos controlar el tiempo, ni decir que tenemos la vida asegurada, pero aun que al día siguiente de hoy, se le puede dirigir el camino, como a un volantín. Solo sostenemos el hilo, pero es el viento y que tan resistente sea nuestro volantín de que aun podamos controlarlo o que se nos valla cortado, y muchos niños corran tras de él.
Tenemos el presente que encamina al futuro.
Es realmente incierto pero no podemos vivir pensando que no tenemos nada que hacer más que dejarnos llevar hacia donde sea.
Tampoco es bueno que se nos imponga hacia donde encaminar nuestro presente, cada quien es libre... al menos para saber que hacer, hoy, con su vida.
No hay nada en especial que pensar de esto
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