
Me puse a tomar Calo, un poco tarde quizás; es que cuando niño, quería ser micrero, como mi padre, luego bombero, después futbolista, músico, doctor, abogado… incluso presidente. Hasta que dejé estos sueños o “fantasías” como dice la gente.
Trabajo en un simple empleo, me visto de tristes colores, corro por el centro (como todos) sin saber porque, me siento como un simple pelo del velludo mundo.
Desde ahora tomo Calo, no es que haya olvidado mis “fantasías”, solo vivo lo que llaman realidad. Tomo Calo, es lo único que ofrece santiago para soñar.
1 COMENTARIOS:
Puta que esta cagao!!. Llamate al RUMPI sera ma' mejol!!!
Publicar un comentario